Irme de vacaciones con tranquilidad

Tenemos un apartamento en la playa, hace unos años que encontramos la oportunidad de comprarlo, nosotros siempre veraneamos en Benidorm normalmente en un hotel, pero ese año lo cogimos demasiado tarde y estaba completamente ocupado por lo que tuvimos que coger un apartamento cercano. La verdad que no me puedo alegrar más de aquello, ya que era de un matrimonio de Inglaterra, hacía varios años que lo habían comprado, y siempre solían veranear allí, incluso había inviernos en los que también se venían, eran dos jubilados que disponían d mucho tiempo libre, pero la edad les impedía viajar ya con libertad, las dificultades crecían y querían deshacerse del piso como fuera para no tener que volver más, nos lo ofrecieron a nosotros nos preguntaron que si estábamos interesados y nuestra respuesta enseguida fue que no, no nos lo habíamos ni planteado, pero durante ese día en la cabeza nos rondaba la posibilidad, mi marido y yo somos maestros y tenemos unas largas vacaciones, por lo que no era tan mala idea irnos durante ese tiempo a pasarlas allí.

Enseguida llamamos a este matrimonio para ver lo que nos pedían por él, mi marido colgó con cara de asombro  por el precio que habían pedido, la verdad que no nos lo podíamos creer estaba casi regalado, en primera línea de playa era una oportunidad que no nos podíamos perder. Ellos buscaban quitárselo de el medio y lo rebajaron tanto que nos pareció un autentico regalo, a los dos días se firmaron los papeles y nos encontramos con un apartamento en propiedad sin ni siquiera haberlo pensado. Hicimos alguna reforma que otra, nuestros hijos estaban encantados, lo amueblamos a nuestro gusto en realidad nos costó relativamente poco, y ¡qué narices! Podíamos permitírnoslo, así que ahora en cuanto nos quedamos de vacaciones preparamos nuestras cosas y nos vamos hasta el treinta y uno de agosto, dejo la nevera desenchufada, la despensa casi vacía, mi casa limpia y nunca me olvido de dejarme incluso todo el material escolar de mis hijos preparado, me gusta irme tranquila sin preocupaciones, sin estar pensando en tengo que hacer esto cuando llegue, por lo que entro en mercamaterial en poco tiempo lo tengo en casa y nos vamos de manera tranquila sabiendo que las cosas importantes las dejo echas, ahora solo toca disfrutar del verano, que d preocuparnos ya tendremos mucho más tiempo.